ABRAZANDO NUESTRA FEMINEIDAD
“ De la costilla de Yahvé
Dios había tomado del hombre una mujer y la llevó ante el hombre” Génesis 2,22
La femineidad hoy en dia ha venido siendo redefinida por
una sociedad decadente. Es una obra perversa de reingeniería social donde todo
puede ser redefinido de acuerdo a tus propias apetencias. El concepto de género,
de derechos fundamentales, de democracia, matrimonio, el concepto del bien y el mal.
Vivimos en una época de donde todo parece ser perecedero
o desechable. Donde hay un constante sentimiento de hostilidad frente al otro,
donde al prójimo se le mira más como a un competidor al que hay que vencer, más
que como a un par del que puedes aprender.
El concepto de femineidad ha venido perdiendo su fuerza,
significado y trascendencia con el auge
de corrientes de pensamiento radicales. La femineidad es una cualidad natural
de la mujer. Es una cualidad inserida su ADN.
Antropológicamente la mujer tiene unas características físicas
y morfológicas bastante definidas y diferenciadas del hombre desde su
nacimiento. Su masa muscular, su fisonomía, su
proporción ósea y evidentemente su aparato reproductor. Todo esto está dentro del concepto de
femineidad, concepto que parece desdibujarse hoy en día por el paso de ideologías
que la desvalorizan o simplemente desconocen y desdibujan esta cualidad de la mujer.
Un ejemplo de ésto lo podemos casi palpar en las redes
sociales y los medios de comunicación. A la mujer desde hace ya varios años por
cuenta de la infame " Revolución Sexual" que surgió en los años 60´s.
Por cuenta de ésta a la mujer se le cosificó,
se le valorizó como mero objeto sexual con la falsa consigna de la
"liberación".
Supuestamente se le "liberaba" de "tabúes" , pero lo único cierto es que se le esclavizaba como mero objeto de
satisfacción sexual, de consumo, de mercancía.
El cuerpo de la mujer se ve utilizado, expuesto como cebo
para muchas campañas publicitarias de diferentes bienes y servicios. Hay toda una ideología
macabra en esto donde se le bombardea a las mujeres desde muy temprana con cánones
de belleza preconcebidos, mujeres con medidas perfectas. Tanto así que la que
no nace con éstas características o está destinada al fracaso o seguir la moda de la apriencia ya sea inyectándose biopolímeros, colocándose implantes de silicona, uñas postizas,
extensiones de cabello y un kilo semanal de maquillaje. Veo muchas jovencitas y
mujeres adultas posando ligeras de ropa y mostrando sus atributos físicos muy orgullosas
de su “femineidad”. Para estas mujeres ser femenina consiste en tener un cuerpo
fit, unos pechos grandes o una cara perfectamente maquillada y un cabello bien
cepillado y mantenido.
La femineidad pasa de ser una cualidad innata del género femenino a ser un concepto en el
que más mujer se es por el deseo que produzca su apariencia en el sexo
masculino.
Por otro lado, hay otra corriente ideológica que surge de
la misma Revolución sexual y es otro tipo de feminismo radical que pretende
igualar el género femenino al género masculino. Pretende borrar o negar la antropología
del género femenino, igualándose paradójicamente con el género masculino cuando
en su repetitivo y recalcitrante discurso reniegan del carácter patriarcal de
la sociedad.
Simone de Beauvoir en su libro “ El segundo sexo” hace un estudio antropológico
y cronológico del papel de la mujer en
las distintas etapas de la historia, la cual es muy interesante pero llega a
conclusiones perversas tales como que la capacidad de la mujer de albergar vida
en su vientre es como una especie de maldición o una desventaja porque la hace
esclava del hogar , imposibilitando su desarrollo profesional, siendo que, lo que
hace a la mujer única respecto al hombre es primordialmente dar vida. La mujer -según Beauvoir- nace por sus características físicas con desventajas respecto al hombre, cuando
realmente eso es lo que nos hace únicas ya que participamos directamente
con el Creador trayendo vida a este
mundo.Ya en esta forma de feminismo no se explota las
cualidades físicas de la mujer para satisfacer intereses comerciales y sexuales, no, se utiliza a la mujer para reclamar un status natural ocupado por el
hombre, masculinizándola, negando su naturaleza. Ambas son ideologías que van
en contra de la dignidad de la mujer. Ambas podrían considerarse- en mi opinión-
violencia contra la mujer.
Mi invitación con este post es a todos, hombres y mujeres, a que valoremos y abracemos
nuestra identidad, como hombres y mujeres hijos adoptivos del Padre Creador.
Somos hijos pensados y deseados desde el vientre materno
por un Dios que es AMOR. Somos creados a su imagen y semejanza.
Mujeres: El modelo de femineidad por excelencia es Nuestra Madre María. Que supo darse sin reservas con su fiat para que en su vientre se gestara Nuestro Redentor. En ese vientre materno se gestó la Salvación de los hombres!
"Antes
de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te
tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí." Jeremías 1, 5